La enfermería oncológica, pilar esencial en el cuidado integral del paciente
El 12 de mayo se celebra el Día Mundial de la Enfermería, una figura esencial en el ámbito asistencial sanitario por su importante labor en materia de cuidados, coordinación con el equipo médico, educación del paciente, apoyo emocional o prevención de enfermedades, entre muchos otros aspectos.
En el caso de la oncología, la enfermería desempeña un papel fundamental en la atención de los pacientes. Se especializa en su cuidado y tratamiento, trabajando en estrecha colaboración con el equipo médico para brindar una atención integral y personalizada. Una atención que, como explican en el Instituto Valenciano de Oncología (IVO), requiere de una “alta especialización en lo profesional y una gran capacidad de sensibilidad y dedicación hacia el enfermo y sus familiares”.

En este sentido, en el IVO la enfermería tiene un papel esencial durante todo el proceso asistencial y ocupa un lugar clave en el equipo multidisciplinar de expertos en cada especialidad. Su implicación en todas las fases del abordaje oncológico es, además, garantía de una asistencia integral y personalizada para cada paciente y momento de la enfermedad.
Nuria Casani, jefa de Enfermería del IVO, destaca que los avances en oncología, impulsados por nuevas terapias y técnicas quirúrgicas cada vez más complejas, exigen una formación constante y en evolución. Esta preparación técnica, señala, debe ir siempre acompañada de la humanización del cuidado: “En la atención integral al paciente, además de estar preparados para aplicar procedimientos sofisticados, no debemos olvidar el acompañamiento humano. Por nuestra cercanía, la enfermería se convierte en un pilar esencial en el camino que recorren las personas durante su tratamiento oncológico, así como sus familias. Un camino que, en la mayoría de los casos, es largo y orientado a la curación y la supervivencia, que afortunadamente es cada vez más alta”.

Esta combinación de alta especialización y sensibilidad humana es precisamente una de las señas de identidad de la Unidad de Enfermería del IVO, donde contar con profesionales expertos es clave para garantizar una atención integral, tanto física como psicológica.
“Las enfermeras y enfermeros son agentes activos que coordinan las pruebas diagnósticas necesarias y proporcionan toda la información y acompañamiento que el paciente necesita para llegar a la terapia propuesta con sus dudas resueltas”, explica Casani. Además, subraya la importancia de trabajar con protocolos definidos, que permiten estandarizar los cuidados, aumentar la confianza de los pacientes y asegurar la calidad asistencial.
Un pilar en el que se apoyan pacientes y familiares
Por su cercanía y trato continuo, las enfermeras se convierten a menudo en un pilar fundamental para quienes enfrentan un diagnóstico oncológico. Desde el Instituto Valenciano de Oncología (IVO) subrayan que estos profesionales “forjan una relación especial de empatía, escucha y respeto con el paciente, tratando siempre de mejorar su bienestar físico y anímico”.
En esta misma línea, Ricardo Roca, supervisor del Servicio de Oncología Médica del IVO, explica que, en el caso de los pacientes hospitalizados, la labor de enfermería va mucho más allá de la administración de tratamientos, curas, toma de constantes o valoraciones clínicas: “La enfermera es quien está al pie de la cama en todo momento y quien más tiempo pasa con el paciente y sus familiares”, señala, destacando su papel insustituible en el acompañamiento diario.

El reto de curar y cuidar dentro y fuera del hospital
En los últimos años, el aumento de la incidencia y prevalencia del cáncer, junto con el auge de los tratamientos personalizados, ha impulsado el desarrollo de los Hospitales de Día. Estos servicios, diseñados para atender a pacientes durante unas horas sin necesidad de ingreso hospitalario, concentran el grueso de la actividad asistencial oncológica.
Teresa Navarro, supervisora del Hospital de Día del IVO, destaca la carga emocional que implica el trabajo de enfermería en este entorno: “Cuando un paciente entra le invaden multitud de dudas y preguntas, y ahí es donde empieza nuestro trabajo, tratando de que ese rato, esas horas, sean lo más agradables posible”. Subraya además la importancia de ayudar a los pacientes a conciliar las citas médicas con su vida cotidiana. “Nuestro trabajo va más allá de programar la duración de un tratamiento. También consiste en coordinar, por ejemplo, la cita de un gotero con la salida de su hijo de la guardería”. Una tarea, asegura, “muy gratificante”.

Lo mismo ocurre en la Unidad de Hospitalización Domiciliaria (UHD), donde el ingreso de los pacientes se caracteriza por su transitoriedad, complejidad e intensidad, y en algunos casos se trata de pacientes al final de su vida. Por eso, como explica Charo Díaz, enfermera de la UHD del IVO, “la enfermería de UHD ha de ser capaz de proporcionar una atención integral, abordando los aspectos fisiológicos, psicológicos, sociales y espirituales tanto de los pacientes como de sus familias, actuando de manera competente, profesional, empática, segura y tranquilizadora”.

En esa misma línea, Gemma García, supervisora de Quirófano del IVO, remarca el papel clave de la empatía y la comunicación: “Es fundamental presentarnos al paciente por nuestro nombre, escucharle, preguntarle sus dudas y transmitirle que estaremos a su lado para cuidarle”. En el ámbito quirúrgico, explica, el acompañamiento enfermero abarca todas las fases del proceso: antes, durante y después de la intervención: “Nos aseguramos de su bienestar y seguridad en todo momento”, afirma. Para ello, añade, es imprescindible revisar la historia clínica y conocer a fondo las necesidades del paciente: tipo de cirugía, posibles alergias o el material específico que se requerirá. “Solo así podemos ofrecerle una atención óptima y personalizada en cada momento”.

Coordinación en cada tratamiento
Esa estrecha colaboración entre el equipo médico y enfermería también se hace fundamental en los tratamientos radioterápicos. “La enfermería en radioterapia, por un lado, participa de forma activa en la aplicación de los tratamientos radioterápicos y, por otra parte, brinda los cuidados necesarios a los pacientes sometidos a tratamientos de radioterapia. El trabajo se realiza de forma multidisciplinar junto con los oncólogos radioterápicos, físicos médicos y técnicos en radioterapia”, apunta Sonia Gimeno, supervisora de Radioterapia del IVO. Explica además que, una vez finalizado el tratamiento, “la enfermera orienta al paciente sobre los cuidados que debe seguir y realiza un seguimiento para garantizar la continuidad de la atención”.

Asimismo, el papel de la enfermería en Radiodiagnóstico va encaminado, entre otros aspectos en preparar al paciente para la prueba, explicándole el procedimiento y buscando su comodidad y tranquilidad. “El compromiso de enfermería en radiodiagnóstico es esencial para la seguridad y el bienestar de los pacientes, así como para el éxito de los procedimientos radiológicos”, afirma Esteban Mesas, supervisor de Radiodiagnóstico del IVO.

La humanización de los cuidados y el apoyo, no solo profesional sino también humano, tal y como subraya Carmen Hernández, supervisora de la Unidad de Medicina Intensiva (UMI) del IVO, se hace más necesaria si cabe en esta Unidad. En ella se proporcionan cuidados y atención integral a los pacientes que se encuentran en situación crítica o cuyo estado de salud puede requerir actuación inmediata, siempre que su patología sea potencialmente reversible.
